27.2.14

Norte y sur

Todo empezó como una de esas mañanas oscuras en las que el gélido viento acecha. El mundo me hizo un favor y al llegar al semáforo se puso en verde. No me dio por pensar que aquel era el día.

El día en que nuestros fríos pies acabarían rozándose a modo de colisión como si de dos polos se tratase.
Solía pensar que había conocido a demasiados como tú. De los que empiezan con la frase "No te fijes en mi, no te convengo”.  Pero aquella vez, la respuesta a mi sonrisa era completamente contraria a lo que tus labios susurraban. 
El norte y el sur en contra de todo pronóstico se habían encontrado;  el limón y la sal pasaban a naranja con un afrodisíaco toque de canela. Y yo no diría que fue la canela, sino más bien aquella sonrisa tan peculiar, tan cálida y cercana.


Y yo mientras me preguntaba si no le iban a molestar. Mis pies fríos, mis manos frías. El hielo que parecía envolver mi cuerpo desde que alguien que empezó con aquella misma frase se fué para no volver. 
Porque no va a volver ¿sabes? Demasiados días han pasado desde aquellos puntos suspensivos a los que siempre quise borrarle los dos del final. 

Y, ¿cuándo desaparecería aquel frío que me entumecía? 
Aparecieron músicos, escritores, atletas, y ninguno era como el que me robó el calor. ¡Y mira que pueden cambiar las estaciones del año que yo sigo con este frío infernal!



Pero al final apareció, el que pierde el norte y se encuentra en el sur. 

Al final los polos opuestos son los que devuelven el color a unos días fríos y oscuros y...se derriten. 

5.2.14

Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado

-Has oído ese grito? 
-Yo no he oído nada. 
-Bah. Creía que había llegado ya. El estallido, digo. La revolución o el cambio, como quieras llamarlo. 
-Pero, ¿qué estás diciendo? Tu nunca has sido de revoluciones. No es tu estilo, ni va con tu personalidad. 
-Ser crítico o querer cambiar un sistema que no funciona es lo que ha de definir a toda persona. A mi solo me importa una cosa: el bien común. Una sociedad conjunta que colabore entre ella, que no esté dividida por banderas, colores... 
-¿De dónde has sacado tal utopía donde todo es uniforme e igual? Eso es imposible. 
-Yo no te hablo de un ente idéntico. Sólo pretendo que entiendas que si todos fuéramos menos egoístas, fuéramos solidarios. Si nos centrásemos en utilizar nuestras capacidades para un bien común: una sociedad mejor por ejemplo, todo sería distinto. 
Y es que últimamente leo muchas quejas, reproches, críticas. Pero no veo soluciones, no veo a nadie que proponga un sistema mejor. Y es que no te pienses que soy anti-sistema, pero conformarse con lo establecido solo nos lleva a acentuar la llamada crisis de valores en la que nos hallamos.
-¿Crisis de valores?
-Sinceramente pienso que toda esta crisis tiene su inicio en una falta de honestidad por parte de muchas personas, especialmente en aquellos que predican un ideal y se esconden tras su faceta humilde para cumplir otros objetivos muy alejados de la solidaridad.
Esta crisis puede aplicarse a casi todos los aspectos. Desde político, social, y por supuesto económico. 
-Entiendo que digas que estamos en crisis, los periódicos, las noticias...sólo hacen que predicarlo. Pero ¿qué tiene que ver una falta de valores con que varíe el Ibex 35? 
-La economía esta ligada a la política, como casi todo. Si una de ambas no funciona, difícilmente lo hará la otra. Hay miles de personas cualificadas con soluciones, pero esta crisis solo nos resta méritos, competencia e inteligencia. Es un asiento y obedezco. Nada de propuestas, y alejadas están las soluciones si se han de pensar desde un colectivo que sólo busca el beneficio individual. 
-¿Y qué solución propones tú? 
-Lamentablemente, no te traigo ninguna solución mágica que cambie todo este embrollo en el que nos perdimos hace ya algún tiempo. Pero te diré que quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado.
Aunque todo se está complicando, los años de evolución deberían servirnos para dejar la violencia a un lado y que aparezcan más personas como Gandhi, Mandela o Martín Luther King, por poner un ejemplo de personas con ideales que han luchado por un bien común sin violencia.
Educando a la personas, haciéndoles entender los sentimientos negativos como el sexismo, la xenofobia, la envidia… No llevan a nada bueno, no te hacen mejor persona., pues ser feliz es hacer feliz a los demás. 
Para concluir te diré que la unión hace la fuerza, y lo que debemos hacer bajo mi punto de vista es explotar nuestras aptitudes, empleándolas en algo que haga que esto se renueve.