23.11.13

La última vez

          Todo está oscuro. No logro comprender que es lo que ha ocurrido, pero siento como si cincuenta elefantes hubiesen pasado por encima de mi cuerpo. Me duele todo. Siento una sensación extraña, los oídos me pitan, lo veo todo negro y unas pequeñas luces difuminadas. Quiero despertar pero no puedo. Poco a poco empiezo a comprender qué es lo que a podido ocurrir. El alcohol turba mis sentidos, tengo angustia. Comienzo a pensar, este tiempo se me está haciendo eterno. Estábamos en un bar, todo eran personas que nos invitaban a bebida. No decíamos que no, estábamos en una fiesta de lo más divertida. Algo, o alguien nos impulsó a querer ir a otro lugar. Estaban nuestros amigos a unos pocos kilómetros, y sin pensar ningún tipo de consecuencia, decidimos que por una vez más no pasaba nada. La suerte siempre estaba de nuestro lado.
          Empiezo a despertar de esa pesadilla y miro a mi alrededor, no puede ser. Esto no es verdad, quiero volver atrás, esto no ha pasado repito una y otra vez en voz alta. Y las miro, están a mi lado, dormidas. ¿Qué es lo que has hecho? ¿Qué ha pasado? Y se me vienen mil imágenes a la mente. Todos los planes, unos tras otros, que teníamos juntas. Esta sensación sin duda es la peor que he tenido en mi vida. Soy responsable, de que Lucía no conozca el placer de enamorarse, de que Julia no se perdone con su madre, que María no cumpla su sueño de ser cantante. De cada momento que va a faltar en sus vidas. Les he robado lo mas valioso, la vida.
No puedo moverme, y pienso que ojalá me vaya con ellas, yo no merezco vivir. No se como ha ocurrido pero tampoco quiero saberlo.
Repugnancia y odio se apoderan de mi y comienzo a notar el dolor de cada una de las heridas que tiene mi maldito cuerpo.
Pero ese dolor no es nada a comparación del cargo sobre mi conciencia, que averiguo ya que jamás podrá esfumarse.
          Justo en ese momento, despierto. Todo ha sido una pesadilla, la más dura que he tenido. Me juro que de esto aprenderé, que mi mente es muy poderosa, y me ha avisado de lo que puede ocurrir cada vez que pensamos que somos capaces de conducir en estas condiciones.
Nuestros actos tienen consecuencias, vaya que si las tienen . Mi irresponsabilidad podria haber cambiado la vida de 3 familias, y todo en décimas de segundo. Y tu, vas a correr el riesgo?

12 comentarios:

  1. No hay que arriesgarse, aunque creamos que estamos bien y que seremos capaces de controlar cada centímetro de nuestro cuerpo y de nuestros actos, los planes, la vida, puede destrozarse en un segundo.

    Un besito

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  2. Por favor..me has puesto los pelos de punta, cómo se te ocurre escribir algo así? Realmente duro, pero realmente un escrito del que muchas personas pueden aprender. Mas allá de lo duro que lo has descrito, ha sido perfecto. Un beso :)

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  3. Me ha gustado mucho de verdad!
    Intentaré pasarme mas seguido!
    Un besito!^^

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  4. Oh my... Estaba asustadísima mientras lo leía. ¡Me he quedado blanca! Tu relato es una muy buena forma para que algunas personas piensen más y actúen de forma consecuente a sus actos.
    ¡Un saludo!

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    1. Graciass:) espero que te haya gustado y sirva para para que reflexionen esas personas

      un besito

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  5. No hay que arriesgarse nunca. Yo soy de las primeras que, desde que empecé a conducir, dejé de beber, aunque antes solo bebiese una copa.
    Creo que no vale la pena creer que no te pillarán, porque una multa y puntos es lo mejor que pueden quitarte en éstos casos, en lugar de quitarte la vida.

    Un besín

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    1. Exacto que te paren, te multen y te quiten puntos es lo mejor que pueden quitarte en esos casos, un saludo y otro para ti ;)

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  6. Perfecta reflexión :)!
    Otro para ti, gracias por pasarte!

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  7. Una entrada muy realista en cuanto a las consecuencias de nuestros actos, lástima que vivamos en un sistema donde te enseñan a actuar sin pensar en las consecuencias...nos enseñan a seguir ciegamente a nuestros deseos...y eso nos guste o no, suele tener consecuencias...
    Un saludo.
    Me ha gustado mucho tu entrada.

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