9.12.17

Entrañable

Me asombro.
Me asombra que siempre me haya gustado la gente mayor. Me pregunto qué me llevaba cuando era una niña a valorar las cualidades de aquellos que parecían eternos. Me encantaban mis abuelos, siempre sospeché que yo era una de sus personas favoritas, aunque tengo la certeza de que ellos fueron unas de las mías. 
Hoy estaba en una oposición a cátedra y me he sorprendido al emocionarme al recordar. 
En ocasiones, en la vida suceden cosas extrañas. Esta fue una de ellas. Es presuntuoso por mi parte, quererme parecer a una persona excepcional, pero un familiar al que apenas conocí precedió un camino similar al que estoy tomando ahora. Nunca se me presionó para cumplir unas expectativas sobre esto en concreto, pero comencé a valorar el conocimiento y el crecimiento personal, lo que me llevó a esforzarme y priorizar en lo que yo consideraba importante. Así comenzó mi trayectoria laboral, con lo que parecían unas prácticas en la universidad, que luego se convirtieron en una plaza de investigador no doctor. Y quién sabe si en un futuro seré doctora o que me deparará el devenir de los años.
El caso es que comencé en un grupo de investigación con reputación, impacto, potencial y envidias por otras partes. Ahí conocí a grandes personas, también al padre de una amiga. Este señor comenzó su trayectoria profesional en el IMPIVA con el familiar que comentaba anteriormente. Se puede intuir la sorpresa, alegria y añoro que nos produjo a ambos ser partícipes de este círculo, este camino que parece circular pero que en realidad es infinito.
Hoy en la oposición de su cátedra le han hecho numerosas preguntas interesantes a la par que relevantes. Yo me quedo con su respuesta a:
-¿De qué publicación te sientes más orgulloso?
-De una que no ha tenido demasiado impacto, que escribí a finales de los 80 junto a Joaquín y Antonio (mi familiar).
La describió como la más emotiva. Pero realmente a mi lo que me emociona es el afianzamiento del recuerdo de quien estuvo y nunca se ha ido.
 
En realidad, la importancia es el valor que le damos a cada instante. Y yo estoy valorando este entrañable momento en gran medida.
Termina el acto. “Deja usted muy buen recuerdo”, manifiesta un miembro del jurado. Ojalá me digan eso alguna vez. Así. Como se le dice a quien ha aportado un valor extraordinario a la sociedad. Así. Con el corazón.

                                           Martina Romá




4 comentarios:

  1. Que emotivo lo que compartes, creo que algun dia lo dirán sobre ti, ojala así sea, lo más importante tal vez es hacerlo por la vocación, con autenticidad, con amor tal vez así se llega a otros desde la verdad y aquello que conmueve y deja huella
    besos

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  2. Lo dejas, en realidad, a través de tus escritos, tus pensamientos y sentimientos. Deja usted un buen sabor de boca al nadar entre sus recuerdos. Felices fiestas.

    Un besito

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    Respuestas
    1. "Deja usted un buen sabor de boca al nadar entre sus recuerdos."

      <3 <3

      Feliz vida.

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