¡Cuánto tiempo había pasado! ¿Qué sería de ella?
Es inevitable pensar en el pasado. A veces la mente es nuestro peor enemigo, se empeña en recordar lo que habías de haber olvidado y de olvidar lo más necesario.
Lo que él no sabía era que cuando se estableció entre ellos aquel puente que cada vez se hacía más grande hasta separarlos por completo, ella dejó todos y cada uno de los buenos recuerdos en el extremo opuesto, y claro, así lejos estaba la idea de que alguna vez volvieran a ser lo que eran: uno.
Pues en ese punto se encontraba él, acordándose de quien hacía años le dejó.
Por sus redes sociales podía ver que ella tenía una vida genial, una vida independiente, muchos amigos y encaminada hacia un futuro; exitoso aunque incierto.
Sin embargo… Él se sentía el ser más inferior de la tierra. Su carrera deportiva había fracasado hacía tiempo, aunque imposible era la idea de admitirlo. No buscaba una solución, ni nada para lograr un buen porvenir.
Supongo que no todas las personas nacemos para esforzarnos en triunfar, y lejos está el conseguirlo.
Además perdió lo que más quería, y ahora añoraba todos los momentos pasados a su lado, los momentos más únicos que jamás nadie imaginará. Nunca podrá encontrar a alguien que le aporte tanto como ella, su ilusión, sus ganas, su manera de hacer reír, y por supuesto sus dos cuerpos fundiéndose en perfecta consonancia. Porque así era ella, perfecta.
Continuó caminando, y el olor se esfumó, tal como hizo ella aquella calurosa tarde de verano.